Últimamente los teléfonos inteligentes se han convertido en una herramienta útil e indispensable para los usuarios pero, ¿qué pasa cuando esto se vuelve una adicción?
Creo que del aporte positivo no tenemos que hablar ya que cada persona utiliza los Smartphone a su conveniencia y como más le simplifique la vida y las tareas del día a día. En este artículo haremos énfasis en lo que es la parte negativa de estar atado a la tecnología con enfoque a los teléfonos inteligentes.
Cada vez es más común observar como se juntan los grupos de amigos o familiares a compartir y vemos como están en el lugar físicamente, pero su atención está más enfocada en visitar las redes sociales o publicar en las mismas, ver quien le está hablando o chatear.
Ver personas en las calles con la cabeza abajo como si fueran robots, no escuchan, no ven y no se percatan de lo que pasa a su al rededor. Donde es más fácil que se le quede la cartera en la casa y no el celular, donde ya el levantarse y revisar si tenemos notificaciones antes de cepillarnos se ha vuelto una costumbre, volviéndose también algo común el textear manejando, siendo una de las principales causas de accidentes, tanto así que muchos fabricantes de automóviles están implementando lo que es el reconocedor de voz para realizar diferentes tipos de acciones, como llamar, enviar mensajes, publicar status, etc, para intentar que el pasajero se distraiga menos en el volante, y todo esto surge por algo, algo que hemos vuelto una necesidad, el estar conectados las 24/7.
No sé si se acuerdan de la película Wall-E donde la tecnología le simplificaba tanto las vidas a las personas que no tenían necesidad de mover un dedo y a la ausencia de esta no sabían que hacer, bueno ya tenemos la enfermedad del nuevo siglo, la Nomofobia.
Un ser catalogado como Nomofobico es aquel que experimenta una gran ansiedad o miedo a no poder interactuar en el celular. Dígase que se le descargue la batería, quedarse sin señal, que se le pierda el móvil, el quedarse sin data, etc. Lamentablemente cada vez aumenta más la cifra de personas que presentan el síntoma de la adicción al celular.
Señala Francisca López Torrecillas, experta en adicciones, “los principales síntomas de una persona nomofóbica son el miedo a no disponer del celular. El nomofóbico no puede imaginar salir a la calle sin él y además invierte un mínimo de cuatro horas diarias consultándolo por motivos ajenos al trabajo, suelen tener baja auto estima, ser introvertido, no tiene habilidades de afrontamiento. En su tiempo libre sólo usa el móvil, algo que va unido a no tener otras actividades de ocio”.
Pero esto no solo afecta nuestra vida social, si no que también influye altamente en nuestra vida laboral y productiva. Como todos sabemos el avance tecnológico ha simplificado mucho lo que son las tareas laborales por lo que ha sido de una gran ayuda y lo seguirá siendo, ya que tenemos la comodidad de la información en nuestras manos, para consultar, para presentaciones, para recibir información, para estar enterado de las noticias que podrían afectar nuestro negocio, entre muchas otras facilidades pero, ¿qué pasa cuando hacemos mal uso de esta herramienta en el área laboral?
Muchas empresas anteriormente se cuidaban de la distracción de sus empleados al poner límites de navegación en los ordenadores, para impedirles acceder a páginas que puedan incidir en el rendimiento de los mismos, tales como Facebook, Twitter, YouTube, etc, pero ya hoy día se han dado cuenta de que no solo con esto basta, ya que muchos se ven distraídos por el uso de los Smartphones, por lo que algunas empresas han incluido en sus políticas que el uso de este dentro del horario laboral del empleado sea motivo de sanción.
La Universidad de Michigan State, estuvo al mando de un estudio para determinar cómo nuestro nivel de concentración se ve afectado al momento de tener cualquier distracción, en especial los celulares. Tras analizar un gran número de participantes se percataron de que tareas que requerían de toda su atención sin distracción, presentaban un margen mínimo de error, pero ya al momento en que se distraían con los celulares, presentaban un mayor margen de error, calculando así que tan solo basta con una distracción de 2.8 segundos para perder el ritmo y la concentración de lo que estamos realizando, sea con la llegada de un mensaje, la vibración y el timbre de nuestros celulares, chatear, navegar, y algo tan mínimo como la notificación de LED es suficiente para que el rendimiento laboral se vea afectado.
Para que las personas usan mas los Smartphones y donde:
Pienso que cada días nos estamos viendo más involucrados en el uso de nuestros Smartphones, hemos llegado al punto en el que ya casi no nos llamamos, no tenemos privacidad, sabemos cuándo una persona va a comer, donde esta, cuando se siente mal, cuando está feliz, cuando está en una relación, que está viendo en la televisión o en el cine, y todo esto sin tener que conversarle.
Al final es cosa de entender que las personas físicas con las que compartimos al momento tienen prioridad absoluta, prestar atención al momento en que nos dirigen la palabra o conversan con nosotros, aquello de mirar a los ojos y por lo menos pretender que le escuchamos, entender que todo tiene su momento, e intentar controlar esta ansiedad de saber quien nos esta hablando o que esta pasando en las redes.