Si has estado leyendo las noticias en los últimos días, es muy probable que «Ashley Madison» te suene familiar, incluso si no sabes lo que es o qué pasó. Ashley Madison es una página web de citas extramaritales, donde las personas se suscriben para contactar a otras personas casadas y ustedes saben el resto de la historia. Haciendo a un lado lo increíblemente repugnante de la naturaleza de esta página web, visto desde el punto de vista de un negociante, definitivamente tendrá público. Excepto cuando es hackeado, como sucedió.
La página recibió dos ataques de hackers, uno en Julio y otro a mediados de Agosto, que revelaron información privada de los millones de usuarios registrados, posiblemente arruinando no solo la vida de estos usuarios y sus parejas, pero también la reputación de la página web.
Inmediatamente después de que los hackers divulgaran la información, empezaron a aparecer herramientas en linea que te permiten buscar si un correo estaba registrado en esa base de datos o no. Lógicamente, esto es un problema para quien lo esté, y ya han sido muchos los reportes de parejas que se están separando porque uno de los dos estuvo en la lista.
Pero no solo han sido personas buscando a sus parejas los que han sacado provecho a estas herramientas, también se han reportado casos de personas que están siendo amenazadas por criminales que han encontrado sus datos y piden algo a cambio de no compartir la información con sus parejas.
Y es que las parejas no es todo lo que algunos temen perder, pues otros han confesado que temen perder sus trabajos o clientes por la implicación moral que tiene el ser encontrado entre estos datos.
Aparte del daño a usuarios, el daño a la empresa madre de Ashley Madison, Avid Life Media, podría ser irreparable. Entre las tantas demandas que podrían surgir, y la cantidad de personas que podrían demandar, el dinero que tendrían que pagar por daño sería tanto que podría resultar dejarles en bancarrota. No solo se verían en tribunales en Estados Unidos, sino en otras partes del mundo puesto que la página tiene usuarios de distintos países, con distintas leyes a las cuales acoplarse donde unas son mucho más protectoras a la privacidad que otras.
Si llegaran a corte y llegaran a fallar, entre gastos legales y pagos a los demandantes, la compañía no podría sobrevivir. Pero aún si no llegara a suceder esto, el daño a su reputación y la confianza que les ha sido dañada a sus clientes es algo que les costará recuperar, si es que pudieran hacerlo.