El nuevo G4 de LG rompe con la obsesión por la delgadez en los smartphones: es más gordo y pesado que su antecesor y también tiene un mayor rendimiento.
El teléfono, de 5,5 pulgadas, lleva un procesador de seis núcleos y tres gigas de memoria RAM, así como 32 GB de almacenamiento. A diferencia de la tendencia en Apple y Samsung, la memoria se puede ampliar con un chip adicional y también se puede intercambiar la batería.
En lo que respecta a la resolución de la pantalla, el nuevo modelo mantiene la del anterior, de 2.560 por 1.440 píxeles, pero promete una representación mucho más real de los colores, bautizada por LG como tecnología IPS-Quantum.
La cámara de fotos de 16 megapíxeles lleva estabilizador de imagen y en la parte frontal hay una segunda cámara de 8 megapíxeles para videochats y selfies. Para una rápida subida o bajada de datos a la red el teléfono cuenta con conexión 4G (LTE), WLAN.ac, bluetooth 4.0 y NFC. El sistema operativo es el Android 5.1.
El G4 sale a la venta en junio a un precio de 650 euros, pero por 700 euros (unos 770 dólares) es posible comprar también el modelo de lujo con la parte trasera de cuero natural.